Introducción



Este blog fue creado con una finalidad única. Escribir y publicar historias, cuentos o, por que no, novelas también.
Yo soy una joven escritora
de 17 años. Amo y ame toda mi vida escribir historias, y si bien me encanta escribir de lo que sea, lo que más me apasiona son las historias de amor. Seguramente las historias sean repetitivas, aunque eso es lo que trato de evitar, así que puedes dejarme tu comentario en cada historia publicada.
Lo que pretendo a través de este blog, como dije anteriormente, es publicar historias de todo tipo. Pero lo que necesito es que el mundo conozca mis historias, mi imaginación, mi talento y sobre todo, mi pasión.
Espero que les agrade mis cuentos o novelas en algunos casos, y en el día de mañana, poder hacerme una gran escritora.

Gracias, Matilda.


viernes, 18 de junio de 2010

El Asesino

Él se acerco, me miró directo a los ojos y me besó como nadie me había besado antes. Fue algo increíble, pero en mi vida nada era perfecto, por eso, ese momento tan lindo se arruino cuando su mujer entró en la habitación y me empezó a insultar como un pedazo de trapo viejo. Tomas le dijo que se vaya pero ella no accedía a su petición. Entonces él no soporto que me siga descalificando, saco un arma de su campera de cuero negra y la mato de un tiro en la frente.
Yo había quedado totalmente anonadada a esa reacción, entonces me miró y yo a él, y me dijo:

-Ahora vamos a poder ser felices, sin nadie que nos moleste.
-NO! Vos sos un asesino.

Agarré la cuchilla que estaba sobre la mesa y lo mate.

Fin.

jueves, 17 de junio de 2010

El Dolor

Ayer estaba sentada en mi cama, y me sentía mal... No se por que, pero no me sentía bien conmigo misma, no me hacía bien la vida que yo llevaba, no era la persona que quería ser.
En ese momento me invadió una angustia incurable en el pecho, no sabía que era o a causa de que estaba, pero era desesperante.
Entonces, tratando de hacer algo para parar este dolor, la llame a mi mejor amiga, Daiana. Ella me trataba de comprender, pero le era muy difícil ya que ni yo sabía que me pasaba.
Pasaban los días y la angustia no cesaba. Me estaba volviendo loca, a cada lugar donde iba me ponía a llorar y me angustiaba. Realmente me desesperaba.
Un día, cuando volvía a mi casa, mientras estaba cruzando la barrera del tren, ví el tren venir enfrente mío, entonces, sentí un dolor desgarrador en todo el cuerpo, y de repente, no escuché, sentí ni ví más nada.

Fin.